El anuncio del Gobierno Nacional de que las universidades podrán cobrar aranceles a los estudiantes extranjeros tomó por sorpresa a las casas de estudio y también al propio Ministerio de Capital Humano, según pudo saber Infobae. La medida fue informada este martes por el vocero presidencial, Manuel Adorni, que anticipó “una serie de modificaciones en el régimen migratorio” con el objetivo, según dijo, de avanzar “hacia un país ordenado”.
La iniciativa volvió a estar en agenda en octubre, luego de la segunda Marcha Federal Universitaria y del veto presidencial a la Ley de Financiamiento Universitario. En aquel momento, desde La Libertad Avanza habían dejado trascender que preparaban un proyecto de ley para habilitar el arancelamiento a extranjeros, pero la iniciativa aún no prosperó. Si bien el vocero Adorni no dio mayores precisiones en su anuncio, desde las universidades especulaban con que ahora el arancelamiento se impulsará por decreto y no por ley, como se había previsto originalmente.
Entre los artículos de la primera Ley Bases referidos al sistema universitario, el primero reformaba el artículo 2° bis de la Ley de Educación Superior (N° 24.521). El proyecto mantenía la gratuidad de los estudios de grado en las instituciones de educación superior de gestión estatal, pero solo para “todo ciudadano argentino nativo o por opción y para todo extranjero que cuente con residencia permanente en el país”. En ese sentido, planteaba que las universidades estatales podrían establecer aranceles “para aquellos estudiantes que no reúnan los requisitos previstos”, como los extranjeros sin residencia. No las obligaba a arancelar, sino que solo abría esa opción para las instituciones que quisieran implementarla.
Contar con una alta proporción de estudiantes extranjeros es visto como un atributo positivo de los sistemas universitarios en el mundo: los rankings globales más importantes, como el QS y el Times Higher Education, consideran el nivel de internacionalización de una universidad –es decir, el porcentaje de alumnos y profesores extranjeros– entre los principales indicadores de calidad.
“Si una institución está atrayendo a una población considerable de estudiantes internacionales, esto tiene beneficios en términos de creación de redes, intercambios culturales, una experiencia de aprendizaje más diversa y diversidad de ex alumnos. Además, si una institución está atrayendo a un número considerable de estudiantes extranjeros, se deduce que es lo suficientemente atractiva para hacerlo”, explican desde Quacquarelli Symonds, la empresa británica responsable del ranking QS.
Más allá del conflicto por el presupuesto, que marcó la agenda educativa durante este año, las universidades mantuvieron el diálogo con la Secretaría de Educación. Ese diálogo tuvo un resultado concreto en el reciente anuncio del sistema de créditos que aprobaron las autoridades en la última reunión del Consejo de Universidades.
Fuente: Infobae