La bolsa porteña sube un 0,4% este viernes, y recupera su racha positiva a contramano del mal clima que domina los mercados internacionales. A pesar de las fuertes caídas en Wall Street, los activos locales logran sostener el impulso. Dentro del panel líder, las principales alzas son encabezadas por Transportadora de Gas del Sur (+2,2%) y BYMA (+1,8%), seguidas por Cresud (+1,1%), Aluar (+1,1%) y Metrogas (+1%).
En cambio, las acciones argentinas que cotizan en Nueva York operan en terreno negativo, presionadas por la corrección global. Las bajas más pronunciadas las registran Corporación América (-6,5%), Globant (-4,8%), Mercado Libre (-1,7%), Telecom (-1,4%) y Banco Supervielle (-1,2%).
En el mercado de renta fija, los bonos soberanos en dólares bajo legislación extranjera muestran mayoría de subas. El Global 2046 lidera el segmento con un avance del 0,5%, seguido por el Global 2030, que suma un 0,3%. Por su parte, los títulos ajustados por CER en pesos anotan mejoras de hasta 0,3%, con el TX26 al frente de las alzas.
En el plano local, el ministro de Economía Luis Caputo, junto al presidente del BCRA Santiago Bausili y al titular de ARCA Juan Pazo, presentaron el nuevo «Plan de Reparación Histórica de los Ahorros de los Argentinos». El programa se implementará en dos etapas: la primera mediante decretos y resoluciones de los tres organismos, que reducirán significativamente los requerimientos de información sobre ciertas operaciones financieras e incrementarán los montos mínimos para reportes. La segunda fase se impulsará vía un proyecto de ley que será enviado al Congreso para su tratamiento.
El cambio de percepción: un giro en la mirada sobre el riesgo argentino
Desde GMA Capital destacaron que, a diferencia de lo que ocurría hasta hace pocos meses, la posibilidad de un default soberano ya no domina la conversación financiera ni los informes de los principales bancos de inversión. Esta transformación se da en el marco de un proceso de estabilización económica que ha comenzado a mostrar resultados positivos. En particular, mencionaron que el regreso al superávit fiscal, la recuperación de reservas internacionales y la corrección cambiaria forman parte del conjunto de factores que han contribuido a calmar las expectativas del mercado.
Los analistas de la sociedad de bolsa señalaron que uno de los indicadores que mejor refleja este cambio en el sentimiento inversor es la evolución de los Credit Default Swaps (CDS), herramientas utilizadas por los acreedores como seguros ante posibles incumplimientos. Según explicaron, la cotización de estos instrumentos sirve como una señal implícita del riesgo percibido por los inversores respecto al pago de la deuda.
Durante octubre de 2023, el panorama era muy distinto. El clima de incertidumbre en ese entonces se reflejaba en precios que incorporaban un escenario de crisis profunda. En ese contexto, los CDS evidenciaban una probabilidad de default prácticamente total en los bonos a 5 y 10 años, mientras que para los bonos de corto plazo, el riesgo también era elevado, superando el 60%.
Hoy, la situación muestra una mejora notoria. GMA detalló que la probabilidad implícita de incumplimiento en los bonos a cinco años se redujo a 48%, mientras que para los de diez años se ubica en 70%. En el tramo más corto, de menos de un año, el riesgo cayó al 10%. A la par, el riesgo país argentino se comprimió de manera significativa, pasando de los 2.500 puntos básicos a ubicarse por debajo de los 700. En opinión de los expertos, este conjunto de señales constituye un reflejo de una mayor confianza relativa en la sostenibilidad de la deuda.
Una deuda que se recupera, pero todavía no convence del todo
Los especialistas del bróker señalaron que, en términos de precios, los bonos argentinos han mostrado una recuperación sustancial en los últimos dos años. Antes de las elecciones primarias de 2023, los títulos se negociaban en torno a los 34 dólares. Actualmente, se ubican cerca de los 70 dólares. No obstante, aclararon que esta mejora no implica que el mercado haya disipado completamente sus temores respecto al perfil crediticio del país.
Para GMA, la razón de este escepticismo radica en la historia de la deuda argentina. Con diez defaults en su haber, el país ha generado una desconfianza estructural que no se disipa rápidamente. Aunque los precios actuales de los bonos reflejan una valorización significativa, los niveles de riesgo implícito aún se mantienen por encima de lo que históricamente correspondería a títulos con valores similares en otros países.
Los analistas también compararon el desempeño de Argentina con el de otras naciones con calificaciones crediticias similares. En este análisis, destacaron que, al menos en el plano fiscal, Argentina ha mostrado un rendimiento superior. En particular, subrayaron que el país es el único dentro de ese grupo que logró alcanzar superávit fiscal durante 2024, un dato que consideran relevante para los inversores más atentos a los fundamentos macroeconómicos.
Otro aspecto positivo que resaltaron desde la sociedad de bolsa es el acuerdo alcanzado con el Fondo Monetario Internacional. Este entendimiento representa una señal de previsibilidad para los mercados y sugiere una continuidad en el rumbo económico actual. Sin embargo, admitieron que aún persiste una gran incógnita: cómo hará el Gobierno para generar nuevos dólares que permitan fortalecer las reservas del Banco Central, un punto clave que sigue pesando en la toma de decisiones de inversión.
Elecciones, política y contexto internacional: las variables que siguen pesando
Los expertos de GMA Capital pusieron el foco en los factores que el mercado continúa evaluando para proyectar el comportamiento futuro de los activos argentinos. Entre ellos, identificaron como centrales a las elecciones legislativas, dado que podrían consolidar o debilitar la posición del oficialismo en el Congreso. La posibilidad de que el Gobierno logre una mayor cohesión política es vista como un elemento crucial para sostener las reformas en curso.
Al mismo tiempo, destacaron que el contexto internacional también jugará un rol determinante en la evolución de los bonos argentinos. En este sentido, los analistas del bróker mencionaron que los movimientos de tasas en los mercados desarrollados, la dinámica del dólar y los flujos de capital hacia economías emergentes son aspectos que pueden alterar la percepción del riesgo país, más allá de los avances locales.
Uno de los puntos que más atención concentra, según explicaron, es la posibilidad de que Argentina regrese plenamente a los mercados internacionales de deuda. Si bien el camino parece estar más despejado que hace un año, todavía existen obstáculos importantes. La persistencia de una prima de riesgo elevada indica que los inversores aún demandan mayores garantías antes de volver a financiar al país con normalidad.
En definitiva, desde GMA sostienen que, si bien el escenario actual es más alentador que el vivido en 2023, la tarea de reconstruir la confianza sigue siendo ardua. Los avances en materia fiscal y monetaria son valorados por el mercado, pero la credibilidad aún se construye paso a paso, y no será sencilla de restaurar luego de tantas crisis.
Qué pasa en los mercados del mundo
Las acciones estadounidenses operan en baja este viernes y se encaminan a cerrar la semana con pérdidas, mientras los inversores digieren las nuevas amenazas arancelarias del presidente Donald Trump y evalúan el impacto fiscal y económico de su ambicioso paquete impositivo. El Dow Jones Industrial Average cae un 0,9%, con una pérdida superior a los 310 puntos. Por su parte, el S&P 500 retrocede alrededor de un 0,9%, y el Nasdaq Composite —de fuerte peso tecnológico— pierde un 1,2%.
El nuevo frente de tensión se abrió con Europa. Trump advirtió que, a partir del 1° de junio, los productos importados desde la Unión Europea enfrentarán un arancel directo del 50%, en medio del estancamiento de las negociaciones comerciales entre ambas partes. La advertencia del mandatario sacudió la calma que predominaba en Wall Street de cara al feriado por el Día de los Caídos.
La amenaza añade un nuevo foco de incertidumbre en las cadenas de suministro globales, en un contexto donde muchas compañías ya expresaron su preocupación por el efecto económico de la escalada arancelaria. Durante la temporada de balances, varias firmas optaron por no brindar previsiones anuales completas debido al clima de volatilidad regulatoria.
Los tres principales índices bursátiles acumulan pérdidas semanales. La presión fiscal volvió al centro de la escena, con el avance del proyecto de ley tributaria impulsado por Trump, que supera etapas clave en la Cámara de Representantes. El temor a un aumento del déficit por varios billones de dólares provocó una fuerte suba en los rendimientos de los bonos del Tesoro a largo plazo.
En ese contexto, el rendimiento del bono a 30 años se mantiene por encima del 5%, un umbral que no se veía desde la crisis financiera, consolidando un escenario donde las preocupaciones por el frente fiscal y la política comercial dominan el pulso de los mercados.