El exministro de Hacienda, Alfonso Prat Gay, afirmó este miércoles que el programa económico del gobierno requiere cada año una inyección externa de 20.000 millones de dólares para sostenerse, y advirtió sobre la urgencia de ordenar las cuentas externas del país.
«Tal como está planteado el programa económico, cada año necesitás un cheque de 20.000 palos para pasar al siguiente. El primer año fue el blanqueo, el segundo fue el Fondo Monetario», explicó durante su participación en un ciclo organizado por el IAE Business School.
Los desafíos del Gobierno nacional, según Alfonso Prat Gay
Prat Gay alertó que «no vas a tener todos los años un bonus de esa magnitud. Por eso, más vale que ordenes antes las cuentas externas para no tener sobresaltos«.
Consultado sobre el tipo de cambio de equilibrio, consideró que si bien es difícil definirlo con precisión, «está bastante por encima del nivel actual» y «más cerca del techo de la banda que del piso».
Además, cuestionó la credibilidad del acuerdo firmado con el Fondo Monetario Internacional (FMI), al señalar que «se preveía un funcionamiento dentro de la banda cambiaria que el Gobierno no cumplió en la práctica».
Tras las elecciones, afirmó, sería deseable que el Gobierno ponga el foco en el equilibrio externo. «No alcanza solo con el equilibrio fiscal; la economía hay que balancearla en ambos frentes«, subrayó.
En su análisis del programa económico de Javier Milei, Prat Gay identificó cuatro factores que hacen de este un año clave. Dos de ellos están relacionados con la política: la salida del cepo cambiario, que evaluó positivamente, y el proceso electoral, que consideró bien encaminado. Los otros dos aspectos tienen que ver con la economía: las reservas netas del Banco Central y el estado general de la macro y microeconomía.
Sobre las reservas, planteó dudas sobre la capacidad del país para afrontar los vencimientos de deuda en los próximos tres años. «La pregunta es si alcanza solo con reducir el déficit fiscal o si también hay que prestar atención a las cuentas externas«, expresó.
Recordó que durante la gestión de Mauricio Macri se subestimó el problema del déficit externo. «Macri ganó las elecciones de medio término con un resultado espectacular, pero el desequilibrio externo fue determinante para el desenlace de 2019. Ese aprendizaje no puede ignorarse», advirtió.
Finalmente, cuestionó si el actual repunte económico puede transformarse en un ciclo de crecimiento sostenido. «Hasta ahora la recuperación es muy heterogénea. Para la segunda mitad del mandato, Milei necesita que este rebote desigual se convierta en una expansión sostenida y homogénea», concluyó.
Alfonso Prat Gay advierte sobre el dólar
«El tipo de cambio de equilibrio, si existe, debería ser bastante más alto que lo que tenemos ahora», argumentó Prat Gay al ser interrogado sobre la competitividad del dólar dentro del nuevo régimen de flotación administrada. Asimismo, hizo referencia a un pasaje del Staff Report del Fondo Monetario Internacional, en el que considera que el tipo de cambio debería ubicarse «un 20% por encima de lo que estuvo el primer trimestre». Según el funcionario, ese nivel «se acerca mucho más al techo de la banda que al piso».
Antes de analizar los aspectos locales, el economista realizó un diagnóstico detallado del contexto global. Asimismo, calificó al momento actual como «una dimensión desconocida de la desglobalización» y advirtió que el orden internacional surgido luego de la Segunda Guerra Mundial se encuentra en «un punto de quiebre«. Atribuyó gran parte de esta transformación a la política comercial de Donald Trump, a quien consideró central en el giro hacia el proteccionismo: «Trump está modificando todo eso».
Según el expresidente del BCRA, el orden económico internacional atravesó tres grandes capítulos. El primero ocurrió entre 1945 y 1989, el cual se caracterizó por la Guerra Fría. El segundo, desde la caída del Muro de Berlín hasta la llegada de Trump, representó una etapa de hegemonía estadounidense y apertura comercial. El tercero, según su punto de vista, es el actual: un momento sin reglas claras, con crecientes disputas comerciales y tecnológicas. «Es un mundo que ya no es unipolar, es por lo menos bipolar entre China y Estados Unidos», aseguró.
También resaltó que China lleva ventaja en «muchas dimensiones», en especial en el terreno de la inteligencia artificial, y que esta nueva era representa «una ruptura tecnológica muy distinta de cualquiera de las que hemos tenido». También mencionó el riesgo de que la hegemonía del dólar esté llegando a su fin: «Hay dudas sobre la moneda de cambio del nuevo sistema».
Frente a la pregunta sobre los BRICS, respondió que no cree que el bloque pueda ocupar un rol relevante, debido a la influencia de Vladimir Putin. También advirtió sobre el impacto de los conflictos bélicos en curso, tanto en Europa como en Medio Oriente, en el orden monetario y comercial global.