El Gobierno evalúa la posibilidad de emitir otro título de deuda para seguir captando dólares de inversores extranjeros con el objetivo de reforzar las reservas del Banco Central. Sería otra operación similar a la que realizó el miércoles, cuando ofreció un bono a tasa fija en pesos, con el que se ingresa en dólares, que vence en 2030, con el que obtuvo u$s1.000 millones.
Un altísimo funcionario del Gobierno afirmó ante iProfesional que evalúan esa posibilidad, aunque no lo harían en el cortísimo plazo. Mientras tanto, seguirán de cerca cómo se desarrolla la demanda por parte de los inversores y, en base a ello, decidirían si recurrir nuevamente a una operatoria similar para conseguir más dólares para las reservas.
«El resultado de la licitación del miércoles fue excelente. Estamos más que conformes con el resultado. Logramos atraer inversores internacionales, que no invertían en la Argentina desde hace siete años, a nuestros bonos en pesos», agregó otro funcionario del equipo económico en diálogo con este medio.
A la vez, sostuvo que lograron «aumentar las reservas del BCRA sin intervenir en el mercado y alargar los vencimientos en pesos sin aumentar la deuda», por lo que «a partir de ahora los inversores tienen a la Argentina en el radar y somos optimistas con que el resultado de la licitación del Bonte es una nueva etapa de la reinserción del país en los mercados internacionales de deuda».
Muchos dólares quedaron afuera
En la City también prevén que el Gobierno podría optar nuevamente por esa vía de financiamiento. Sobre todo, teniendo en cuenta el interés que mostraron los inversores extranjeros el miércoles por posicionarse en activos argentinos, aun en moneda local, más allá de las tasas de interés que exigieron para hacerlo, por encima de lo previsto por los analistas.
Recurrir nuevamente a esta vía de financiamiento o alguna similar podría ser opción tentadora para el equipo económico de Luis Caputo, teniendo en cuenta la cantidad de dólares que quedaron por fuera de la licitación: el Bono del Tesoro Nacional (Bonte) recibió ofertas por casi u$s1.700 millones, muy por encima de los u$s1.000 millones que el Gobierno estableció como máximo a colocar.
La parte del resultado de la licitación que no les gustó a los analistas fue la tasa de interés con la que se emitió el bono título de deuda. Se hizo al 29,5% anual durante cinco años, muy por encima del consenso del mercado, que esperaba que fuera de alrededor del 25%, lo que demuestra cautela por parte de los inversores extranjeros al momento de posicionarse en activos argentinos.
¿Cuándo intentaría el Gobierno hacer una operación similar?
«Yo creo que el Gobierno va a esperar para ver cómo debuta el Bonte en el mercado. Creo que va a ver si hay lugar para una comprensión en la tasa de este bono, que podría ocurrir en los días siguientes al inicio de la cotización, y encontrar el momento adecuado en el que pueda salir con alguna nueva emisión», estima Diego Martínez Burzaco, country manager de Inviu.
En diálogo con iProfesional, Martínez Burzaco agrega que podría darse de distintas maneras, ya sea con un nuevo título o una reapertura del que se licitó esta semana u otra especie adicional del mismo. Así, podría captarlo a una tasa más baja y acercarse un poco a la meta de acumulación de reservas del Fondo Monetario Internacional.
«No creo que el Gobierno quiera tomar tantos dólares con condiciones similares a las del miércoles (casi 30% de tasa de interés a cinco años y «put»). Supongo que apuntará a que las condiciones vayan mejorando y las siguientes colocaciones de deuda las pueda hacer con tasas de interés más bajas», afirma Martín Genero, analista de Clave Bursátil.
Sin embargo, de acuerdo con Genero, el Gobierno no podría hacer mucho para mejorar las condiciones para salir a colocar nuevos títulos a tasas menores, sino esperar a que la confianza de los inversores vaya mejorando en la medida en que la cotización del Bonte 2030 aumente en la Bolsa y el mercado lo vea como una oportunidad.
«Seguramente, el equipo económico del Gobierno va a intentar de nuevo esta vía de financiamiento. Es un mecanismo que, aunque tenga costo alto en términos de tasas de interés, suple algo que hacía mucha falta a los ojos del mercado, que es una forma de comprar dólares para reforzar las reservas del Banco Central», sostiene Genero ante iProfesional.
El asesor financiero José Ignacio Bano considera que este tipo de operaciones es una buena estrategia para los objetivos del Gobierno, porque esos divisas suman 100% para la contabilización de las metas con el FMI y, a la vez, termina siendo una compra de dólares, pero sin intervenir en el mercado oficial de cambios ni alterar las cotizaciones de la divisa.
«Los dólares entran ahora y más adelante los pagan en pesos con un interés. Si quieren dejar al dólar oficial en calma, de este modo salen a comprar sin intervenir en el mercado oficial, ni en el MEP, ni en ninguno, por lo cual no tiran para arriba los precios. Me parece que la colocación de estos instrumentos es buena. De lo contrario, al Gobierno le tocaría buscarlos afuera y pagar tasas todavía mayores», sostiene.