Las últimas subas del dólar acotaron fuertemente las ganancias del carry trade, estrategia en la que los inversores venden dólares para suscribirse a instrumentos en pesos, aprovechar las tasas de interés y, con la expectativa de que las cotizaciones del dólar avanzarán poco o caerán, en determinado momento comprar más divisas con la ganancia.
En mayo, los que apostaron por esta maniobra ganaron entre 1% y 3% en dólares. Si bien la recomendación de los analistas es hacerlo no tomarlo por mes calendario, sino hacerlo a plazos más largos para reducir la posibilidad de pérdida, los que ingresaron a principios de mayo y cerraron la operatoria a fin de mes obtuvieron esa ganancia, dependiendo del tipo de cambio utilizado.
Por ejemplo, si en el arranque de mayo una empresa vendió u$s1.000 en el mercado oficial mayorista para colocar los pesos en un instrumento a tasa de interés, como una Lecap (Letra del Tesoro Nacional) a corto plazo, que rinde alrededor de 2,5% mensual, y al cierre del mes la vendió para volver a comprar dólares, terminó con u$s1.010. Es decir, gañó u$s10, que representa 1% de lo invertido.
Si hablamos de un inversor o ahorrista que vendió esa misma cantidad de dólares en el MEP y utilizó ese mismo instrumento en pesos, al cierre de mayo terminó con u$s1.018, por lo que ganó u$s18 (1,8%). La ganancia fue mucho mayor para los que vendieron las divisas en el mercado informal, que usando el mismo ejemplo terminaron con casi u$s1.030, por lo que el rédito fue de u$s30 (3%).
Si bien una ganancia de entre 1% y 3% en moneda estadounidense en solo un mes no deja de ser un muy buen negocio, es un rendimiento mucho menor al que esta operatoria tuvo acostumbrado a los inversores y ahorristas en los últimos meses. En abril, por ejemplo, esta maniobra dejó una ganancia de alrededor del 14% en dólares, muy superior a lo que ocurrió en mayo.
A pesar de la fuerte reducción que registró la ganancia en mayo (más allá de que no es aconsejable medir la operatoria por mes calendario), los analistas del mercado creen que la maniobra seguirá siendo rentable, ya que estiman que próximamente la presión cambiaria cederá, por lo que los tipos de cambio no deberían avanzar mucho más de lo que lo hicieron en las últimas jornadas.
El carry trade seguiría registrando ganancias
«Los recientes rebotes de los tipos de cambio están relacionados con una menor liquidación de divisas del sector agroexportador, debido a la cercanía del fin de la cosecha de la soja. A esto se suman las condiciones climáticas adversas, que han generado demoras tanto en la finalización de la campaña como en el avance del maíz», afirma Segundo Derdoy, analista de Inviu.
En diálogo con iProfesional, Derdoy estima que, a corto plazo, es posible que en la medida en que la cotización del dólar se acerque al centro de la banda de flotación vuelvan a surgir incentivos para que reaparezcan las ventas de dólares en el mercado. En ese escenario, sostiene, «no sería extraño ver un renovado interés de los inversores por estrategias de carry trade«.
El economista Gustavo Ber agrega que las subas de las cotizaciones del dólar también estuvieron relacionadas con pagos de deuda en de la moneda extranjera por parte de algunas provincias e importaciones. Por lo tanto, estima que el repunte de la demanda de dólares debería ser transitorio y la oferta debería aparecer próximamente.
«En el actual contexto económico y financiero del país, creo que podría haber más inclinación por la venta hacia la zona de los $1.200. Más allá de los reacomodamientos de las últimas jornadas, ordenados y aún dentro de la zona central del esquema de bandas de flotación, anticipo una etapa de calma cambiaria, con el dólar moviéndose entre $1.100 y $1.200″, proyecta.
De acuerdo con el especialista, incluso, a partir de los $1.200 podría acelerarse la venta de dólares por parte de inversores para renovar las apuestas de carry trade, la cual gana más atractivo a partir de las señales positivas que surgen de las mediciones privadas de inflación, que anticipan otra desaceleración en el último mes.
«Las mediciones privadas de alta frecuencia de inflación siguen siendo positivas en las últimas semanas, así que el apetito de los inversores por el carry trade se mantiene vigente, más allá de las recientes subas de los tipos de cambio. Creo que van a aparecer ventas de dólares hacia los $1.200 en este contexto, al menos de operadores más tácticos», sostiene ante iProfesional.
El analista Salvador Di Stefano advierte que el «escenario desafiante» se va a mantener en las próximas semanas. Sin embargo, afirma que el precio del dólar no debería superar los $1.200, pero tampoco debería para caer a $1.000. Estima que junio será otro mes en el que «el mercado y el Gobierno van a estar midiéndose, tratando de ir y venir con el dólar entre $1.100 y $1.200».
Di Stefano desestima «un colapso a la baja ni una explosión a la suba» en los tipos de cambio. Cree que el escenario desafiante se va a mantener por un tiempo, pero «sin una definición ni a la suba ni a la baja» en las cotizaciones del dólar, lo cual considera que «es algo que no nos conviene a ninguno porque vamos a seguir en un mercado indefinido».