sábado, junio 7, 2025

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cuáles son los bancos que mejor pagan en junio

En medio de la incertidumbre cambiaria y la falta de opciones confiables para proteger los ahorros en moneda dura, los plazos fijos en dólares están viviendo un fuerte resurgimiento. Durante mayo, las colocaciones en moneda extranjera dentro del sector privado aumentaron en más de u$s700 millones, alcanzando un total de u$s5.037 millones, según cifras oficiales.

El renovado atractivo de este instrumento se explica principalmente por dos factores:

  • La mejora en las tasas ofrecidas por los bancos, que buscan captar depósitos en divisa extranjera.
  • Un entorno financiero más ordenado, que permite al inversor apostar a un horizonte de mayor plazo con menor temor a perder poder adquisitivo.

Según el Informe Monetario Mensual del BCRA correspondiente a mayo, se observó un desplazamiento de fondos desde las cajas de ahorro en dólares hacia los depósitos a plazo. «Este movimiento fue impulsado por el aumento en la tasa de interés pagada por estas colocaciones», señala.

Plazo fijo en dólares: cuáles son los bancos que mejor remuneran

Aunque las tasas varían según cada entidad y el monto colocado, algunas entidades privadas están ofreciendo rendimientos más competitivos con el objetivo de atraer divisas al sistema. En general, se trata de retornos modestos -muy por debajo de los que se obtienen en pesos-, pero que ofrecen seguridad y previsibilidad, dos valores clave en el contexto argentino.

Con este escenario, los plazos fijos en dólares vuelven a instalarse como una alternativa válida para quienes ya tienen ahorros en divisa y priorizan el resguardo frente a la rentabilidad.

Entre las entidades que lideran esta competencia está Supervielle, que paga hasta 5,5% anual por colocaciones a un año realizadas de forma digital. Banco Macro le sigue con un 5,15%, y el Banco Nación ofrece 5% bajo las mismas condiciones. Por su parte, otros bancos como BBVA y Comafi también elevaron sus rendimientos, ubicándose en torno al 4,5% anual para depósitos de 365 días.

Si bien estas tasas todavía están lejos de las que rinden otros instrumentos en el mercado internacional, se posicionan como opciones interesantes dentro del limitado abanico de inversiones en dólares disponible en la plaza local.

Los bancos buscan captar los billetes del colchón

Durante mucho tiempo, más precisamente a partir de mediados de los años 70, la compra de dólares fue la respuesta natural de millones de argentinos ante la pérdida sistemática de poder adquisitivo de la moneda nacional, por lo que los utilizaron a manera de cobertura.

Si bien en términos generales, buena parte de los mismos se destinaron al «colchón» a lo largo de ese período muchos de ellos se invirtieron en depósitos a plazo fijo, pese a los duros golpes que recibieron los ahorristas en más de una ocasión, cuando por las reiteradas crisis cambiarias o directamente los perdieron, pues no estaban garantizados, como sucedió a principios de los 80 o se los pesificaron, en plena crisis del 2001.

Cabe apuntar que en la actualidad existen depósitos en dólares por cerca de u$s33.800 millones, un monto que prácticamente no ha variado en lo que va del año, luego que en los últimos meses de 2024 se sumaran unos u$s10.000 millones como resultado del blanqueo de capitales de aquel momento.

Del monto actual, el 81% corresponde a cajas de ahorro, por lo que en la práctica están colocados a un día de plazo y apenas el 17% (u$s5.700 millones) a plazos fijos. Analistas consultados por iProfesional argumentan que esta marcada diferencia se debe a que, por un lado, los depositantes usan las cajas de ahorro más que nada por una cuestión de seguridad y por el otro a que las tasas de interés que estuvieron vigentes durante largos años eran muy poco atractivas para inmovilizar los fondos por un período determinado.

Pero este escenario podría comenzar a cambiar, pues con la eliminación del cepo cambiario y las medidas que está implementando el Gobierno para remonetizar la economía a través de la liberación de los dólares que están en el «colchón», surge una nueva alternativa para aquellos pequeños y medianos ahorristas que buscan una inversión de bajo riesgo, que les permita mantener el poder adquisitivo de su capital.

Un poder adquisitivo que, a diferencia de lo que es la creencia general, también se ha visto reducido con el paso de los años a nivel global.

A manera de ejemplo, quien compró u$s100 en el año 2003 y los mantuvo en el colchón, su poder adquisitivo se redujo a solo 60 dólares, como consecuencia de la inflación acumulada en los EE.UU. Más acá en el tiempo, si se calcula la pérdida a partir del año 2020, el poder adquisitivo se redujo en un 25%.