sábado, junio 14, 2025

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¿Dólar calmo hasta octubre? Expertos revelan los riesgos ocultos de la política cambiaria

El dólar minorista opera este viernes sin cambios, a $1.200 en las pantallas del Banco Nación. En el mercado informal, el dólar blue se vende en $1.190. En el segmento financiero, el dólar contado con liquidación (CCL) avanza 0,1 % y alcanza los $1.191, mientras que el dólar MEP baja 0,1%, en $1.186. Por su parte, el tipo de cambio mayorista se ubicó a $1.185.

Los recientes ajustes en la política monetaria y cambiaria en Argentina han generado un intenso debate entre los especialistas del ámbito económico. Los expertos comentaron que las últimas medidas implementadas por el gobierno, que incluyen el desarme de instrumentos en pesos y la emisión de nueva deuda en dólares, buscan prioritariamente la acumulación de reservas y la contención inflacionaria. Asimismo, indicaron que estas acciones pretenden evitar el uso de las divisas del FMI para cubrir el programa financiero, priorizando la remonetización de la economía sin la compra masiva de dólares.

Los analistas señalaron que, si bien el objetivo es ambicioso, la estrategia ha generado interrogantes sobre su sostenibilidad a mediano plazo. En particular, la decisión de intervenir en los mercados de futuros para presionar a la baja el dólar oficial, en lugar de priorizar la acumulación de reservas como se había anticipado inicialmente, ha sido un punto de atención. Para los especialistas, esta táctica busca sostener el atraso cambiario y el carry trade, aunque a un costo creciente para la economía.

En este contexto, se observa que el gobierno está explorando diversos mecanismos para la captación de divisas. Entre ellos, se destaca la posibilidad de que los inversores suscriban directamente en dólares en las licitaciones de deuda en pesos, así como la activación de instrumentos como los bonos BOPREAL. Los expertos del mercado financiero también resaltaron la intención de atraer dólares que se encuentran fuera del sistema bancario, aunque reconocieron que esta iniciativa aún está en una fase preliminar y requiere de un marco legal adecuado.

Finalmente, los especialistas coinciden en que la estabilidad actual, anclada en estas medidas, podría extenderse hasta octubre. No obstante, la principal preocupación radica en el costo de esta estrategia y en cómo se proyectará el programa económico después de esa fecha clave. La necesidad de un prestamista de última instancia y la potencial recalibración del programa, junto con una agenda de reformas estructurales, son elementos cruciales que definirán la demanda de cobertura cambiaria y la trayectoria económica del país en los próximos años.

¿Un ancla hasta octubre con costos crecientes?

Desde la consultora económica Eco Go analizaron las recientes medidas económicas anunciadas por el gobierno. Los expertos de la consultora señalaron que estas iniciativas buscan desarticular las Leliqs, eliminar la tasa de política monetaria y emitir nueva deuda en pesos contra dólares, con un tope de hasta u$a 1.000 millones mensuales. Asimismo, se contempla un nuevo repo por hasta u$a 2.000 millones.

Para Eco Go, el objetivo principal de estas acciones es evitar el uso de las divisas provenientes del Fondo Monetario Internacional (FMI) para cubrir el programa financiero. Esta estrategia, según los analistas, busca priorizar la contención inflacionaria y la remonetización de la economía sin la necesidad de adquirir dólares en el mercado. Las medidas respaldan las conclusiones presentadas en su último informe y se espera un análisis detallado de su impacto en la próxima entrega semanal de la consultora.

Los expertos de la consultora también hicieron hincapié en la incertidumbre inicial respecto a la capitalización del Banco Central de la República Argentina (BCRA) con los u$a 12 mil millones del FMI. Para Eco Go, no era evidente que esta capitalización se desharía rápidamente con la decisión de girar al Tesoro parte de las utilidades del BCRA por un monto casi equivalente en pesos ($12 billones). Además, los analistas de la consultora destacaron que el propio equipo económico terminó reconociendo que el objetivo era la remonetización de la economía, a través de la emisión de pesos para cubrir las brechas del programa financiero del Tesoro, dejando en un segundo plano el programa monetario que el BCRA había publicado en simultáneo con el acuerdo del FMI.

En otras palabras, para Eco Go, el gobierno obtuvo los dólares del FMI para un programa que contemplaba un dólar y una tasa de interés más altos, priorizando la acumulación de reservas. Sin embargo, rápidamente se observó un intento por recrear las curvas de futuros y de tasas de interés previas al desanclaje de expectativas de marzo. Los analistas de la consultora interpretaron esto como una clara señal de sostener el atraso cambiario y el carry trade (que hasta ahora era de actores locales) sin comprar dólares.

Mecanismos de captación de divisas y el desafío del financiamiento

Los expertos de Eco Go explicaron que el gobierno intenta activar tres mecanismos para conseguir dólares.

  1. En primer lugar, busca que una parte de las divisas que compran las personas —aquellas que no se destinan al turismo ni a financiar el cierre de la brecha cambiaria (oferta en el CCL que más que compense la eliminación del Blend)— terminen en los bancos, lo que en una segunda instancia permitiría una reactivación del crédito. Hasta el momento, los depósitos solo han aumentado u$a 1.248 millones.
  2. En segundo lugar, según los analistas de la consultora, se persigue el objetivo de que los dólares «del colchón» ingresen al sistema. La meta es impulsar transacciones en dólares que, posteriormente, queden dentro del sistema financiero. Para Eco Go, esta iniciativa aún se encuentra en una etapa incipiente. Si bien se ajustaron al alza los límites de los regímenes informativos, las leyes necesarias para activar este «blanqueo permanente» —que implican modificar la ley penal cambiaria, la ley penal tributaria y la de procedimiento tributario— fueron enviadas al Congreso recientemente.
  3. En tercer lugar, los expertos de la consultora destacaron el avance en la colocación de un bono en pesos suscripto contra dólares a no residentes. Para Eco Go, la tasa nominal anual (TNA) del 29,5% para un bono a dos años, extensible a cinco (dado que la opción de rescate a los dos años la tiene el comprador), es «extraordinariamente alta» si se considera creíble la drástica reducción de la inflación en 2026 que sostiene el Presidente. Al cierre de su informe, la consultora señaló que se anunció la emisión de u$a 1.000 millones mensuales de este bono, que ya cotiza con una tasa del 27% en el mercado secundario, y la reapertura del Repo por hasta u$a 2.000 millones.

Desde Eco Go enfatizaron que es evidente que el BCRA no adquirirá dólares (aunque el Tesoro dejó trascender que podría hacerlo, hasta ahora no lo ha hecho). También es claro, para los analistas, que más allá de estas colocaciones «sui géneris» y «caras«, el Tesoro no buscará colocar deuda en dólares en el mercado internacional en 2025. La pregunta que surge, según la consultora, es cuánto financiamiento adicional se conseguirá a través de los tres mecanismos descriptos o mediante alguna «creatividad adicional» que pueda surgir en los próximos meses.

El ancla hasta octubre: ¿A qué costo y cómo se continúa después?

Para Eco Go, la frase de Joaquín Cottani, exsecretario de política económica de la gestión actual, «No subestimaría la capacidad de Toto de conseguir dólares», está presente. Los analistas de la consultora agregaron que también hay que considerar la capacidad para manejar «la narrativa» y los flujos domésticos en un contexto donde se controla: la mesa del BCRA, la mesa de la ANSES, la mesa del principal Banco Público, el Programa Financiero y la Tesorería (que aumentó su caja de pesos gracias al BCRA y su caja de dólares gracias al FMI). Además, según los expertos, se dialoga con todos los actores domésticos en un juego donde, al final, el diferencial entre la tasa en pesos y el dólar que define el carry lo paga el Tesoro, pero una parte se monetiza.

Desde la consultora señalaron que, evidentemente, nadie duda de que el ancla se mantendrá hasta octubre. La incógnita, para Eco Go, radica en el costo de esta estrategia y, fundamentalmente, en cómo se continuará después. Los analistas de la consultora plantean si el gobierno buscará forzar el «carry forever», apuntando a conseguir un prestamista de última instancia (que hoy no es evidente, más allá del «mundo extraño» que habitamos), o si, por el contrario, con la flexibilidad que los caracteriza, intentarán, después del esperado «triunfo electoral», un recalibrado del programa con nuevas bandas que retomen la idea original de recapitalizar el BCRA comprando dólares. Esto último, asumiendo que después del resultado electoral, Bessent y el FMI vuelvan a colaborar, y se consiga una recalibración sin desanclaje frente al relanzamiento del Gobierno y una agenda de reformas estructurales que actualmente no existe. Para Eco Go, la respuesta a esta pregunta definirá la demanda de cobertura en la previa a la elección, incluso con encuestas favorables.

Sin un prestamista de última instancia ilimitado, los expertos de la consultora advirtieron que un aumento sistemático en el déficit de cuenta corriente no parece financiable, partiendo de uno en torno al 1,3% del PIB en 2025 (u$s 9.000 millones). Especialmente, señalaron que en 2026 se habilita el giro de utilidades al exterior (las de 2025, después de cinco años inhabilitadas) y cuando en 2026 vencen u$s 20.000 millones (incluyendo los Bopreales del BCRA). Esto, incluso asumiendo un refinanciamiento pleno de los vencimientos de privados y de las provincias, y una baja del riesgo país que permita colocar deuda en el mercado internacional.

Adiós LEFI, hola suscripciones en dólares

A su turno, desde la sociedad de bolsa Adcap, explicaron las recientes modificaciones en la política monetaria implementadas por el Banco Central y apuntaron que el objetivo principal es impulsar la acumulación de reservas. Para ello, se permitirá a los inversores suscribir directamente en dólares en las licitaciones habituales del gobierno, estableciendo un límite de u$s 1.000 millones por mes.

Además, para limitar la emisión no deseada de instrumentos en pesos, los especialistas del bróker detallaron que el gobierno reemplazará las LEFIs por LECAPs. También se eliminarán los PUTs restantes y se anunció una nueva serie de bonos BOPREAL 4. Estas medidas se dan a conocer en un contexto en el que los agregados monetarios se encuentran por debajo de los objetivos planteados por la autoridad monetaria.

Los analistas de Adcap explicaron que el Banco Central presentó un nuevo programa que autoriza a los inversores a suscribir instrumentos en pesos con vencimientos superiores a un año, directamente en dólares. Al mismo tiempo, se facilitó el acceso de inversores extranjeros al mercado oficial de cambios, incluso para tenencias menores a seis meses. Esto coincide con la expectativa de la sociedad de bolsa de que el gobierno continuará atrayendo a inversores internacionales, replicando la reciente emisión del bono BONTE 2030.

La suscripción en dólares para instrumentos en pesos tiene un límite de u$s 1.000 millones mensuales, aunque desde Adcap señalaron que el gobierno podría incrementar fácilmente este tope si las condiciones lo permiten. Esta disposición es interpretada por la sociedad de bolsa como una señal de que el gobierno espera acumular u$s 7.000 millones adicionales mediante este mecanismo para fin de año. Asimismo, el Banco Central ha programado para el 11 de junio un acuerdo de repo con bancos internacionales por un monto total de crédito de u$s 2.000 millones, de los cuales u$s 1.000 millones contarán para el cumplimiento de la meta de acumulación de reservas del acuerdo EFF.

Medidas para un control monetario más estricto

Para simplificar la implementación del programa monetario y lograr un control más estricto de los agregados monetarios, el gobierno anunció cuatro medidas clave. Desde Adcap, detallaron estas iniciativas, que buscan ordenar el panorama financiero y monetario.

  1. Recompra de PUTs: los expertos destacaron la recompra de PUTs en manos de los bancos por parte del Banco Central, concretada el 10 de junio de 2025. Aunque estos PUTs aún no habían sido ejercidos, su recompra elimina riesgos potenciales de liquidez, sanea el balance del BCRA, frena la expansión monetaria discrecional y mejora la previsibilidad en el control inflacionario.
  2. Bonos BOPREAL Serie 4: dirigidos a entidades con deuda externa o compromisos de dividendos anteriores a 2025, así como a deudas comerciales contraídas antes del 12 de diciembre de 2023. La licitación inicial está programada para el 18 de junio de 2025, bajo condiciones similares a emisiones anteriores.
  3. Eliminación de las LEFI: originalmente implementadas para absorber el exceso de liquidez bancaria, las LEFIs vencerán el 17 de julio de 2025, con la última suscripción el 10 de julio de 2025. El stock existente será canjeado por LECAPs negociables en mercados secundarios. Los bancos redirigirán su liquidez a cuentas corrientes en el BCRA, instrumentos del Tesoro, repos privados u otras opciones, facilitando la transición a un sistema de tasas determinadas por el mercado.
  4. Modificación de encajes bancarios: el Banco Central modificará su política de encajes para disminuir distorsiones y reforzar el control sobre la cantidad de dinero. Estas medidas se anuncian en un contexto donde los agregados monetarios están por debajo de la meta del BCRA, resultado de políticas monetarias restrictivas y menor actividad económica.