Las billeteras virtuales, que en poco tiempo se transformaron en la herramienta de ahorro favorita de la clase media argentina, enfrentan un cambio de era. El Banco Central (BCRA) activó una decisión regulatoria que golpea de lleno el corazón del modelo fintech y amenaza con terminar la fiesta de tasas que llamó la atención de millones de usuarios.
El boom de estas apps se explica, en buena parte, por los rendimientos que ofrecieron en un contexto de alta inflación y escasas alternativas para las personas con menores conocimientos en el mercado. Hasta ahora, las billeteras y los fondos comunes de inversión de corto plazo ofrecían tasas atractivas, mucho más ágiles y accesibles que los productos bancarios tradicionales.
Cuánto pagan hoy las principales billeteras y fondos comunes
Actualmente, las tasas anuales en las cuentas remuneradas son:
- Naranja X: 31% TNA (con límite de $800.000 por usuario)
- Ualá: 30% TNA (límite de $1.000.000)
- Brubank: 29% TNA (límite de $750.000)
En tanto, los Fondos Comunes de Inversión que utilizan estas apps para canalizar el dinero de los usuarios pagan:
- Cocos Daruma Renta Mixta (Clase A): 33,20% TNA
- IEB Ahorro (Clase A): 27,81% TNA
- Delta Pesos (Clase X): 26,95% TNA
- Mercado Fondo (Clase A): 26,80% TNA
- Allaria Ahorro (Clase A): 26,75% TNA
- ST Zero (Clase D): 25,52% TNA
Estos productos permiten retirar el dinero en cualquier momento, y fue precisamente esa liquidez y comodidad lo que los convirtió en la «changuito digital» de millones de argentinos.
Qué cambió: el Banco Central iguala encajes y licúa el principal beneficio fintech
La clave de este cambio está en la letra chica regulatoria: hasta hoy, los fondos comunes de inversión, donde se coloca el dinero de las billeteras virtuales, solo debían inmovilizar el 20% de los depósitos como encaje. En cambio, los bancos tradicionales tenían que dejar el 40% inmovilizado, lo que reducía la tasa que podían pagar.
Esa brecha normativa fue la causante de todos los arbitrajes: permitió que las fintech ofrezcan mejores tasas, acumulando miles de millones de pesos y cambiando para siempre la lógica del ahorro minorista en Argentina.
El BCRA, ahora, elimina esa diferencia y exige a los fondos comunes el mismo encaje que a los bancos, lo que reduce automáticamente la rentabilidad de las apps y encarece la operatoria para las gestoras de fondos.
Santiago Bausili, titular del Central, fue tajante: «La diferencia de encajes permitía que los bancos ofrecieran mejores tasas a los fondos comunes que al resto del sistema. Eso distorsionaba la competencia y encarecía el financiamiento». La medida, impulsada junto al ministro de Economía, Luis Caputo, apunta a «mejorar la previsibilidad y la sostenibilidad» del sistema, pero en la práctica significa menos opciones y menor tasa para los ahorristas digitales.
Impacto inmediato: qué pasará con la rentabilidad de las billeteras virtuales
El primer efecto visible será una baja drástica de las tasas pagadas por las billeteras virtuales y los fondos comunes de inversión Money Market. Los especialistas coinciden: en los próximos días, el interés diario que pagan apps como Mercado Pago, Naranja X, Ualá o Brubank comenzará a descender, alineándose con la nueva realidad regulatoria.
Este escenario deja al ahorrista ante un dilema. Por un lado, desaparece la ventaja de las billeteras para «ganarle» a la inflación sin perder liquidez. Por el otro, se complica la rentabilidad de las fintech, que ven amenazado su modelo de negocio.
El ajuste también repercute en los fondos comunes Money Market, el engranaje técnico que sostiene la liquidez diaria de las apps. El Central busca, de esta manera, cortar el festival de migraciones de fondos entre bancos en busca de la mejor tasa diaria, una práctica que generaba inestabilidad y encarecía el crédito para empresas y familias. Ahora, se «homogeniza» la competencia y se eliminan los arbitrajes regulatorios.
Cómo defenderse: frascos de Naranja X y plazo fijo para atar la tasa antes de la baja
En este contexto, la mejor jugada para el pequeño inversor es «atar» la tasa vigente antes de que caigan los rendimientos. Una herramienta muy útil son los «frascos» de Naranja X. Esta funcionalidad permite dividir el saldo en varias «alcancías», cada una con su propio objetivo de ahorro.
El límite de $800.000 al 31% TNA sigue vigente, pero quien actúe rápido puede «congelar» parte del rendimiento antes de la baja.
- Frasco a 7 días rinde un 31% TNA
- Frasco a 14 días rinde un 32% TNA
- Frasco a 21 días rinde un 33% TNA
La otra alternativa sólida sigue siendo el plazo fijo tradicional. Aunque perdió protagonismo frente a la liquidez de las billeteras, hoy es la única vía para «sellar» una tasa durante 30 días. Algunos bancos siguen pagando alrededor de 33% TNA, y el instrumento no está alcanzado por la última disposición del BCRA, al menos por ahora. Para quienes quieran previsibilidad y toleran no tocar el dinero por un mes, sigue siendo una opción defensiva.
El mensaje de la City es claro: no quedarse quieto. Diversificar entre cuentas remuneradas, «frascos» y plazo fijo puede ayudar a suavizar el impacto del ajuste, al menos hasta que se estabilicen las nuevas condiciones del sistema.
La apuesta del BCRA es terminar con el juego de «buscar la mejor tasa» día a día y lograr que los agregados monetarios sean más predecibles. En la práctica, esto implica menos alternativas para el ahorrista, tasas más homogéneas y menor rentabilidad para quienes operan fuera del circuito bancario tradicional.
En la City lo resumen así: «Se acabó la fiesta de las fintech, ahora todos juegan con las mismas reglas«. La política oficial busca favorecer la estabilidad, aunque el costo lo pagarán, como siempre, los que menos pueden cubrirse: los pequeños ahorristas, que verán cómo se esfuma el principal atractivo de las billeteras virtuales.