El dólar minorista se vende este martes a $1.185 en las pantallas del Banco Nación. En el mercado informal, el dólar blue se negocia en $1.210, manteniéndose como una de las cotizaciones más altas del mercado. En el segmento financiero, el dólar contado con liquidación (CCL) avanza un 0,2%, hasta $1.183, mientras que el dólar MEP asciende un 0,1%, y se ubica en $1.185. Por último, el tipo de cambio mayorista se negocia en $1.171.
En mayo, el Banco Central profundizó su intervención en el mercado de futuros y alcanzó su mayor posición vendida desde el inicio del actual gobierno. La cifra superó los 1.900 millones de dólares, marcando un punto clave en la estrategia cambiaria oficial. Analistas relevados por iProfesional señalaron que, si bien este volumen fue elevado, aún se ubicó muy por debajo de los niveles registrados en momentos de mayor tensión financiera del pasado reciente.
En paralelo, especialistas explicaron que el Gobierno no intervino en el mercado spot con ventas de divisas. Por el contrario, se comportó como comprador neto, utilizando mecanismos indirectos como la licitación de bonos en pesos a cambio de dólares. Este accionar estableció un tipo de cambio implícito similar al oficial, aunque con un límite autoimpuesto de hasta 1.000 millones de dólares mensuales, sin capacidad para alterar significativamente el valor del dólar contado.
No obstante, expertos comentaron que el uso de contratos a futuro por parte del BCRA no implicó una distorsión del mercado, ya que el tipo de cambio oficial flota y se forma libremente. Desde esa perspectiva, la intervención buscó anclar expectativas, aprovechando diferencias de visión entre el Central y otros participantes. Para los especialistas, esto resultó una herramienta legítima dentro de un mercado regulado y transparente.
Mayo cerró con la mayor posición vendida en futuros desde la asunción de Milei
El Banco Central de la República Argentina (BCRA) profundizó su intervención en el mercado de futuros durante mayo y cerró el mes con una posición vendida de 1.946 millones de dólares, según se desprende de la Planilla Mensual de Reservas publicada por la entidad. Este nivel representa un salto considerable respecto al cierre de abril, cuando el stock vendido alcanzaba apenas los 409 millones de dólares. En consecuencia, la autoridad monetaria vendió contratos por 1.537 millones de dólares en tan solo un mes.
Desde la consultora económica 1816 señalaron que este volumen marca un récord dentro de la gestión actual, aunque aclararon que aún se encuentra muy por debajo de los picos de intervención registrados en años previos. La cifra revela una estrategia más activa del Central en el mercado de futuros, pese a que en el nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional no se preveía una intervención significativa en este frente.
Para 1816, el dato es relevante no solo por su magnitud, sino también por el contexto en el que se da. Aunque el Staff Report del FMI indicaba que el Gobierno no anticipaba participar en el mercado de futuros, no existía una meta explícita que limitara dicha acción. En ese sentido, los expertos explicaron que, si bien no hay una restricción directa del Fondo, sí existe un techo normativo impuesto por el mercado A3 —resultado de la integración entre Rofex y MAE—, que establece un límite global consolidado de 9.000 millones de dólares para la posición vendida del BCRA.
Futuros a diciembre concentran buena parte de la posición oficial
Los especialistas de 1816 estimaron que buena parte del volumen vendido por el Central en mayo se encuentra concentrado en los contratos a futuro con vencimiento en diciembre. A fin de mes, ese contrato en particular registraba un interés abierto de 1.130 millones de dólares, lo que representa una proporción significativa del total de la posición oficial.
El interés abierto —indicador clave que refleja la cantidad de contratos en circulación sin cerrar— alcanzaba un total de 4.480 millones de dólares al cierre de mayo. Este valor representa un incremento mensual de 1.554 millones de dólares, cifra prácticamente idéntica al monto de intervención realizado por el BCRA durante el período. Para 1816, esta coincidencia refuerza la hipótesis de que el crecimiento en la posición vendida oficial explica la mayor parte del aumento en el interés abierto.
En lo que va de junio, sin embargo, el panorama parece haber cambiado. Los datos disponibles hasta el último día hábil de la semana pasada muestran que el interés abierto agregado se mantiene prácticamente sin variaciones, con un nivel de 4.464 millones de dólares. Según los analistas de 1816, esto sugiere que, de haberse producido nuevas intervenciones por parte del Central, estas habrían sido mínimas o directamente marginales.
Este freno en la dinámica de ventas a término podría estar vinculado a factores como una mayor estabilidad cambiaria o una necesidad de moderar el uso de herramientas de intervención en un contexto donde la política monetaria busca preservar cierta consistencia con las metas acordadas con el FMI.
Sin restricciones del FMI, pero con límites del mercado local
Aunque el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional sugería una postura pasiva respecto a la participación en futuros, desde 1816 recordaron que no existía una cláusula que prohíba expresamente estas operaciones. En cambio, sí hay una regulación vigente en el mercado local que impone un tope claro: el BCRA no puede superar una posición consolidada de 9.000 millones de dólares en contratos vendidos.
Este límite fue establecido por A3, la plataforma resultante de la integración entre los mercados Rofex y MAE, y se mantiene como el principal condicionante operativo para la autoridad monetaria. Para los expertos de 1816, esto significa que el Central tiene aún un amplio margen de intervención disponible, siempre y cuando no se exceda de ese umbral.
Por lo tanto, el accionar reciente del BCRA podría ser interpretado como una estrategia preventiva o reactiva ante eventuales presiones cambiarias, más que como una política sistemática. En todo caso, la consultora subrayó que el volumen actual está lejos de agotar el cupo permitido por el mercado.
Este marco le otorga cierta flexibilidad a la política económica para actuar frente a expectativas de devaluación o presiones financieras, sin necesariamente incumplir compromisos internacionales. No obstante, el monitoreo de estas posiciones seguirá siendo clave para evaluar el comportamiento futuro del Central.
Dólar spot y futuros: dos caras de un mismo mercado
A su turno, el economista Nahuel Bernues propuso una mirada técnica y desmitificadora sobre la supuesta intervención del Gobierno en el precio del dólar. Para el especialista, es necesario entender primero que no hay un solo mercado de dólar en Argentina, y que el análisis debe distinguir entre el mercado spot —donde se intercambian divisas al valor del día— y el de futuros —contratos que fijan un tipo de cambio a una fecha posterior—.
Más allá de la inactividad del BCRA en el spot, Bernues puso el foco en las operaciones del Tesoro, que sí participa del mercado pero de forma indirecta. Mediante licitaciones de Bontes —bonos del Tesoro en pesos—, el Gobierno logra hacerse de dólares al entregar instrumentos denominados en moneda local. Se trata de una operatoria que genera un tipo de cambio implícito.
Este mecanismo funciona de la siguiente manera: el Tesoro emite un bono en pesos y, a través de una licitación, obtiene dólares directamente de los participantes. En la práctica, esto establece un tipo de cambio equivalente al vigente en el mercado, ya que el monto en pesos entregado y los dólares recibidos determinan esa paridad.
Para el analista, esta estrategia no tiene un impacto relevante sobre el valor del tipo de cambio. Aunque el Gobierno se fijó un límite de compra mensual de mil millones de dólares, Bernues considera que si bien la cifra es considerable en el contexto argentino, no alcanza para mover sustancialmente el precio del dólar oficial.
Además, el economista señaló que, en un entorno donde las tasas en pesos son considerablemente más altas que las tasas en dólares, es esperable que los contratos a futuro reflejen un valor superior al tipo de cambio actual. Por eso, la curva de futuros suele ubicarse por encima del dólar spot, más allá de cualquier intervención.