El frío extremo que azota a la provincia de Misiones golpea con particular dureza a la localidad de Montecarlo. Una de las situaciones más preocupantes se vive en la Escuela N.º 773 del barrio San Lorenzo, donde más de 200 estudiantes asisten a clases en condiciones de profunda vulnerabilidad: sin abrigo suficiente, con infraestructura precaria y en medio de temperaturas que no dan tregua. Ante esta emergencia, docentes y directivos lanzaron una campaña solidaria para recolectar mantas y ropa de invierno. “Queremos que nos ayuden a ayudar”, expresaron con firmeza.
La institución funciona actualmente en un galpón de madera prestado por la capilla del barrio, debido a que su edificio escolar lleva más de tres años en obra sin terminar. En medio de esta precariedad, la oficina de dirección también se utiliza como cocina para preparar el desayuno y la merienda de los niños, una muestra más de cómo el compromiso docente intenta compensar la falta de recursos. En diálogo con Portal Misiones, la vicedirectora Miryam Ortiz explicó que “debido a las bajas temperaturas, los niños pierden continuidad escolar”, y advirtió con tristeza: “es mucha la necesidad”.
La escuela cuenta con 98 alumnos en el turno mañana y 107 en el turno tarde. Sin embargo, ni siquiera el sol del mediodía logra atenuar el frío dentro del galpón. “El ambiente queda húmedo por el frío de la madrugada, y eso se mantiene durante toda la tarde”, detalló Ortiz. La situación es tan crítica que muchas familias no envían a sus hijos a clases porque no tienen abrigo suficiente. “Si un niño viene con ropa húmeda o muy ligera, es probable que también haya pasado una noche muy fría”, señalaron desde la institución.
Una historia reciente refleja con crudeza esta realidad. “Hace unos días, una niña llegó helada, con el abrigo mojado. Como es costumbre, saludó a su maestra con un abrazo, y al sentir su ropa húmeda, la docente vino a avisarme. De inmediato hicimos lo posible para calentarla. Secamos su ropa frente al caloventor y lo más emocionante fue que la propia maestra le dio su abrigo para que pudiera seguir en clase abrigada y continuar aprendiendo”, relató la vicedirectora.
Ante este panorama, desde la Escuela N.º 773 se solicita la colaboración urgente de la comunidad con mantas, camperas, gorros y todo tipo de abrigo para los estudiantes. “Cada prenda puede significar que un niño no falte a clases y que no pase otra noche de frío. Lo que para algunos puede ser poco, para otros puede cambiar un día entero”, concluyó Ortiz.
Mientras tanto, las autoridades escolares y las familias siguen esperando una respuesta concreta para la finalización del edificio escolar, cuya obra inconclusa representa una deuda pendiente con cientos de niños y niñas del barrio San Lorenzo.
