El Gobierno nacional autorizó un nuevo incremento en los precios de los combustibles, que comenzará a regir desde este lunes 1 de julio. La suba, que rondará entre un 1% y un 1,5%, se debe a la actualización de los impuestos a los combustibles líquidos (ICL) y al dióxido de carbono (IDC), según lo establecido por la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP).
A través del decreto 466/2024, el Ministerio de Economía dispuso que se traslade la actualización correspondiente al primer trimestre del año, lo cual impactará directamente en los surtidores. Esta medida forma parte del esquema de aumentos mensuales en los tributos específicos que había sido postergado en varias ocasiones durante 2023 y que ahora se está regularizando.
Desde el sector petrolero aseguran que este ajuste impositivo podría implicar un alza de entre 15 y 20 pesos por litro, aunque el precio final dependerá también de las decisiones de las empresas refinadoras como YPF, Shell, Axion y Puma.
Este aumento se suma a una serie de subas que los combustibles vienen acumulando desde la devaluación de diciembre, con impactos directos en el costo de vida y el transporte. Según datos oficiales, en lo que va de 2024 la nafta lleva un incremento superior al 100%.
El Gobierno aún no confirmó si en julio aplicará nuevos aumentos por descongelamiento de márgenes de rentabilidad, aunque fuentes del sector no descartan futuras subas si se consolida la inflación a la baja.
Fuente: P12