viernes, mayo 23, 2025

Top 5 Semanal

Relacionadas

el impacto que prevé la City

El Plan de reparación histórica de los ahorros de los argentinos anunciado el jueves por el Gobierno con el fin de fomentar el uso de dólares no declarados para la remonetización de la economía dejó «sabor a poco» y parece estar más enfocado en reducir la informalidad más que en incentivar la dolarización, según la mirada de algunos analistas que esperaban más incentivos.

Como reacción inicial tras los anuncios, tanto el tipo de cambio oficial como el dólar minorista en Banco Nación y el blue finalizaron en baja. El dólar mayorista cerró en $1.135,50, lo que implica una caída diaria de $10,50, pero aún lejos de tocar el piso de la banda de flotación que actualmente está en torno a $989, que es lo que espera el Banco Central para salir a comprar divisas en el mercado cambiario para acumular reservas.

No obstante, la mayoría de los analistas no esperan que estas medidas generen una oferta significativa de dólares en el mercado cambiario ni una presión bajista sobre el tipo de cambio que lo lleve a tocar el límite inferior de la banda.

La lectura de los analistas sobre las medidas del dólar

Un informe de Research de Adcap Grupo Financiero evaluó que «el enfoque más amplio de las medidas parece estar dirigido a combatir la informalidad, con un régimen tributario simplificado y menores exigencias de información para personas físicas y jurídicas, más que a fomentar directamente la dolarización».

En sintonía, el economista Gabriel Caamaño sostuvo en su cuenta de la red social X que este paquete de medidas «le baja la carga burocrática a muchas transacciones, lo que no significa que ARCA no controle», y juzgó que «el foco parece ser que se bancaricen un mayor número de operaciones y reducir costos transaccionales, pero no se ve algo específico para los dólares».

De igual mirada, Sebastián Menescaldi, director de Eco Go, evaluó a iProfesional que «me parece que viene más orientado al (dinero en) negro que a los dólares del colchón».

«Creo que es más fácil volcar la ganancia de la informalidad al sistema, elevando la actividad en general. Una parte de ello serán dólares, pero también habrá más pesos», estimó.

Eric Ritondalde, economista jefe de PUENTE concordó que «el objetivo de fondo parece ser la promoción de una mayor bancarización de las operaciones y la reducción de costos transaccionales», pero enfatizó que «por el momento, no se observan medidas específicas vinculadas al mercado de dólares«.

El analista financiero Christian Buteler opinó que «para las expectativas generadas sobre el uso de dólares fuera del sistema, el anunció tiene sabor ahumado hasta ahora», y afirmó que «no parece haber normativa que garantice al contribuyente no ser fiscalizado por el dinero que vuelque a la economía».

Andrés Reschini, analista de F2 Soluciones Financieras, comentó que «las medidas son bienvenidas por el sector privado dado que alivianan la enorme carga que en materia de fiscalización pesa sobre él», aunque cree que «el mercado esperaba mayor incentivo para el uso de dólares fuera del sistema y puede que para ello haya que esperar a la ley».

Y es que subrayó: «Lo que cambia es que no van a ser tan estrictos los controles básicamente, pero no queda claro que no siga al margen de la ley».

El economista Federico Glustein resaltó que las medidas «tienen un doble eje: por un lado, buscan crear la idea de que los argentinos son dueños de sus dólares y que los pueden utilizar para transacciones diarias, aludiendo a que no hay maniobras ilegales detrás de esos fondos y que no hace falta declararlos».

No obstante, recalcó que se «requiere de una confianza colectiva, de una adopción social de la divisa para moneda de cambio habitual y no necesariamente como reserva de valor, pero también de una estructura legal que valide estas medidas».

«En ese aspecto, tienen que enviar una normativa que de seguridad jurídica que sustente estos movimientos. Por ahora, solo hay desregulación de movimientos en pesos», añadió.

Por su parte, la economista Natalia Motyl aseguró que las medidas «constituyen una estrategia razonable para incentivar la canalización de dólares atesorados por el sector privado hacia el sistema financiero formal».

¿Los ahorristas sacarán los dólares del colchón?

Maximiliano Ramírez, socio de Lambda Consultores, concordó que «las medidas fueron menor de lo que pensaba, esperaba con un impacto mayor, están orientadas a reducir pedidos de información de ARCA, pero me dejó sabor a poco, no veo un incentivo a gente con ahorros comprados en el blue a que lo saquen del colchón».

Menescaldi alegó que «el que sacó los dólares, parte se debe a temas impositivos, pero otra parte se debe a desconfianza en el sistema financiero, y estos últimos no vuelven; pueden salir dólares para operaciones puntuales, pero el grueso va a seguir en las cajas de seguridad«.

Agustina Savoia, asesora financiera de Cocos Gold, aseveró que «las medidas reconocen una realidad histórica en Argentina: la informalidad del ahorro en dólares, y buscan reconciliar al ahorrista con el sistema financiero».

«Si se logra implementar con claridad y consistencia, esta política puede marcar un punto de inflexión. No es menor que se habilite el ingreso de dólares no declarados sin penalidad, sin justificación y con confidencialidad fiscal», acotó.

De todos modos, la experta remarcó que «el impacto va a depender de varios factores: la reglamentación concreta, la reacción del sistema financiero, y la percepción social de que esta vez se puede confiar».

En Adcap plantearon que «si bien no hay incentivos explícitos para los tenedores de dólares no declarados, un régimen de información más laxo combinado con mayores rendimientos en los depósitos en dólares podría ofrecer un modesto incentivo, aunque el impacto probablemente será limitado por ahora«.

Motyl dijo que «a corto plazo, no se espera un ingreso masivo de estos fondos al circuito formal» ya que «persiste un elevado grado de desconfianza institucional y jurídica».

En ese sentido, la economista estimó que «al menos hasta las elecciones legislativas de medio término, la mayoría de los hogares y empresas mantendrán una actitud precautoria, postergando decisiones de inversión en bienes durables -como inmuebles o automóviles- o en activos financieros».

De igual diagnóstico, el economista Amilcar Collante juzgó que «lo más fuerte de los anuncios es con respecto a 2026, y esa ley que va a modificar el tema de la ley Penal cambiaria, y eso le va a dar seguridad al ahorrista para entrar tranquilo los dólares al sistema».

«Entonces en el corto plazo, puede haber un ingreso, pero teniendo en cuenta que el blanqueo fue hace poco, no se si queda mucho por volcar a la economía, no se si estas medidas dan confianza a quien no lo hizo ya en el blanqueo a ingresar los dólares. Es algo más de eliminar burocracia,controles,y montos que no estaban actualizados. Pero no creo que impacto sea importante, lo grueso fue el blanqueo 2024«, razonó.

¿Qué impacto prevén en el dólar y las reservas?

Reschini opinó que el paquete de medidas «puede ayudar a que el dólar caiga pero me parece que no garantiza que este se vaya rápidamente hacia la banda inferior».

A su vez, Ritondale dijo que «no esperamos que estas medidas por sí mismas y en forma directa generen una oferta significativa de dólares en el mercado cambiario ni una presión bajista sobre el tipo de cambio«.

«Más bien, apuntan a contribuir a una mayor utilización del dólar en ciertas transacciones, aliviando indirectamente la presión sobre las tasas en pesos. Y apuntan a ampliar la base de dólares dentro del sistema financiero con un posible incremento en los depósitos en moneda extranjera y, en consecuencia, en las reservas brutas y líquidas en dólares», explicó.

Para el analista financiero Gustavo Ber las medidas «son positivas desde el punto de vista económico y financiero, dado que podrían sumar mayor oferta de dólares, y de ahí impulsar un descenso por debajo de los $1.100».

«Aún así, no creo que se llegue a la banda inferior a corto plazo, dado que podrían activarse mayores compras privadas que buscarían anticiparse a las oficiales en la banda inferior», argumentó. 

Roberto Geretto, head Portfolio Manager de Adcap Grupo Financiero, concordó que «no se espera que tenga impacto en el tipo de cambio ya que algunas medidas puede beneficiar ciertas transacciones, siendo relevantes en lo micro, pero no a nivel macro como para mover de manera material el mercado de cambios».

«En la medida que los dólares se bancarizan pueden sumar reservas, pero no se espera que sea algo material, dado que es difícil cambiar la cultura de ahorrar en dólares», agregó.

Al respecto, en Balanz evaluaron que «en un contexto donde el BCRA no está realizando compras de dólares en el centro de la banda cambiaria, una mayor captación de depósitos en moneda extranjera podría contribuir positivamente a las reservas netas, ya sea por el incremento directo de los saldos bancarios o por la posibilidad de utilizar esos fondos como respaldo para eventuales colocaciones de deuda».

Collante destacó que el paquete anunciado «no lo veo como algo que cambie sustancialmente (el escenario), o como un régimen nuevo, salvo que después vayan agregando otras medidas, pero sin un incentivo fiscal importante, no veo un cambio sustancial». En ese marco, el economista sostuvo que «no veo un cambio que implique que la cáida del dólar) al piso de la banda», y dijo que eso va a depender más «del flujo de divisas estacional por la liquidación de la cosecha y la demanda»

Asimismo, Motyl consideró que las medidas «podrían generar un aumento marginal en la oferta de divisas, lo cual presionaría a la baja sobre los tipos de cambio» y eso «no sólo contribuiría a estabilizar el frente cambiario, sino que también podría facilitar una acumulación de reservas por parte del BCRA».

Savoia cree que las medidas tienen «potencial para descomprimir expectativas y aportar más oferta genuina al mercado oficial; si genera confianza y logra adhesión, podría acelerar la convergencia del tipo de cambio hacia el piso de la banda de flotación».

«En cuanto a las reservas, el efecto sería indirecto. Si los dólares que ingresan se canalizan hacia instrumentos que pasan por el MULC, o si se traducen en inversiones productivas o exportación de servicios, eso sí puede ayudar al BCRA a recomponer reservas», indicó.

Por su parte, el operador Gustavo Quintana, de Pr Cambios, alegó que «algunos aprovecharán para hacer consumos en dólares que antes no podían justificar» pero «en el mercado cambiario no veo que tenga mucho impacto, toda vez que teóricamente lo que se va a utilizar son dólares, no creo que los vendan para hacer compras en pesos».