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cuatro gastos hormiga que se pueden recortar

Las pequeñas erogaciones de dinero en el día a día pueden ser la diferencia entre esperar muy ajustado o no el próximo sueldo: cómo reducirlos

26/06/2025 – 19:10hs


La situación económica de millones de argentinos está lejos de ser ideal hace muchos años y son cientos de miles los que sienten que el dinero se les escurre entre los dedos sin saber bien adónde va. En todos los puntos del país hay gente haciendo malabares para llegar a fin de mes a pesar de tener ingresos estables. La respuesta a menudo no está en grandes fugas económicas, sino en los llamados «gastos hormiga»: esos pequeños desembolsos cotidianos que, de forma individual, parecen insignificantes, pero que cuando se acumulan, terminan vaciando nuestra billetera de manera silenciosa y constante.

Los gastos hormiga son engañosos precisamente porque son mínimos y recurrentes. Esa compra impulsiva en el kiosco, el café de camino al trabajo, la suscripción que ya no usás… cada uno, por sí mismo, es casi imperceptible. Pero al cabo de una semana, un mes o un año, la suma puede ser sorprendente, equivalente al ahorro de una suma importante o incluso al pago de una cuota de algo que realmente necesitás o deseás. La buena noticia es que, una vez que los identificamos, son los más fáciles de controlar.

Cómo ahorrar en el día a día: claves para recortar gastos hormiga

Tomar conciencia de estos pequeños vampiros financieros es el primer paso para retomar el control de tu economía. Aquí te presentamos cuatro gastos hormiga muy comunes y cómo podés recortarlos de forma sencilla para que tu bolsillo empiece a respirar mejor.

  1. El café o la bebida «para llevar» de cada día: Ese café, té o gaseosa que comprás camino al trabajo o en tu descanso puede ser el gasto hormiga por excelencia. Si un café cuesta, digamos, $2.000 y lo comprás de lunes a viernes, estás gastando $10.000 a la semana, que son $40.000 al mes. En cambio, podés preparar tu café o infusión en casa. Invertí en un buen termo o taza reutilizable y llevá tu bebida preferida contigo. Si te gusta el agua saborizada o la gaseosa, comprá una botella grande y rellená una más pequeña. La diferencia en tu cuenta a fin de mes te sorprenderá.
  2. Comidas fuera de casa o delivery frecuentes: La tentación de pedir delivery o almorzar fuera cuando la oficina está cerca es grande, pero el costo de una comida preparada casi siempre es muy superior al de una casera. Un almuerzo promedio puede costar $10.000 a $20.000. Si lo hacés 3 veces por semana, son $30.000 a $60.000 semanales, y hasta $240.000 al mes. Con un poco de planificación, esto puede eliminarse. Cociná porciones extra el fin de semana o la noche anterior para llevar al trabajo. Preparar tu propia vianda no solo es más económico, sino también más saludable.
  3. Suscripciones y membresías que no usás: ¿Cuántos servicios de streaming, apps premium o membresías de gimnasio tenés activos y realmente no usás con frecuencia? Es muy común suscribirse a pruebas gratuitas y luego olvidar cancelar, o mantener un servicio «por si acaso» que nunca utilizás. Hacé un chequeo mensual de tus extractos bancarios o resúmenes de tarjeta. Identificá todas las suscripciones automáticas. Cancelá aquellas que no uses o que dupliquen funciones. Considerá compartir servicios con amigos o familiares para reducir costos.
  4. Compras impulsivas en el kiosco o supermercado: Esa golosina en la caja, la revista que te llamó la atención, un objeto pequeño de decoración o un chicle mientras esperás… estas compras mínimas se acumulan sin darnos cuenta. Lo ideal es entrar a los comercios con una lista clara y limitarse a ella. Evitá los pasillos de «impulso» cerca de la caja. Si tenés antojos, planificalos e incluilos en tu lista de compras semanal para evitar caer en la tentación del momento.

Controlar los gastos hormiga no significa privarse de todo ni vivir bajo una estricta austeridad. Se trata de ser consciente de a dónde va tu dinero y tomar decisiones informadas sobre tus hábitos de consumo. Cada peso que ahorrás en estos pequeños detalles es un paso hacia una mayor libertad y estabilidad financiera. Empezá hoy mismo a identificar tus propios «gastos hormiga» y mirá cómo tu bolsillo empieza a crecer.